Protestas en Rumania 10/01/25 y 15/03/25

 

Contexto general

Ambas protestas están vinculadas a la crisis política desatada por la anulación de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024, cuando Călin Georgescu, un candidato nacionalista de extrema derecha, lideró la primera ronda. La Corte Constitucional anuló los resultados el 6 de diciembre de 2024 por presunta interferencia rusa(supuesta), lo que generó una polarización significativa. Las nuevas elecciones se fijaron para el 4 y 18 de mayo de 2025, pero la exclusión de Georgescu como candidato el 9 de marzo de 2025 por el BEC, confirmada por la Corte Constitucional el 11 de marzo, intensificó las tensiones. Este telón de fondo es clave para entender ambas fechas de protesta.

Protestas del 10 de enero de 2025

Ubicación y escala: Miles de personas se congregaron frente a la Corte Constitucional en Bucarest, con protestas menores en otras ciudades y ante embajadas rumanas en Europa. Los organizadores, liderados por el partido nacionalista AUR, estimaron hasta 100,000 participantes en Bucarest, aunque la policía antidisturbios calculó cerca de 20,000.

Motivación: Reacción inmediata a la anulación de las elecciones de diciembre. Los manifestantes exigían que se reanudara el proceso electoral desde la segunda ronda (con Georgescu incluido) y la renuncia del presidente saliente Klaus Iohannis, cuyo mandato se extendió hasta que se eligiera un sucesor. Expresaban desconfianza en las instituciones estatales, acusándolas de corrupción y de ceder a presiones externas (UE y OTAN).

Dinámica: Organizada por AUR y grupos afines a Georgescu, la protesta tuvo un tono nacionalista. Hubo gritos como "Libertad" y "Devuelvan la segunda ronda", junto con banderas rumanas y críticas al gobierno de Marcel Ciolacu. Fue mayormente pacífica, aunque reflejó una polarización inicial tras la anulación.

Contexto inmediato: Ocurrió días después de que el gobierno de coalición PSD-PNL-UDMR fijara las nuevas fechas electorales (8 de enero) y mientras Iohannis aún estaba en el cargo. La investigación contra Georgescu por interferencia rusa estaba en curso, pero no había cargos formales hasta ese momento.

Protestas del 15 de marzo de 2025

Ubicación y escala: Miles marcharon en la Plaza Victoriei de Bucarest, con eventos simultáneos en Timișoara, Oradea, Brașov y ciudades extranjeras como Londres y Bruselas. No hay cifras oficiales exactas, pero se estima una participación significativa, aunque posiblemente menor que en enero debido a la naturaleza cívica y no partidista de la convocatoria.

Motivación: Convocadas bajo el nombre "Euromanifest" por más de 40 organizaciones civiles, estas protestas buscaban reafirmar el apoyo a la membresía de Rumanía en la UE frente a las tensiones electorales y la exclusión de Georgescu. Los organizadores rechazaron afiliaciones políticas(¿de quien son los 40 organizaciones?) y promovieron valores democráticos y europeístas, sin atacar directamente a figuras específicas.

Dinámica: Los manifestantes ondearon banderas rumanas y de la UE, y se leyó el "Manifiesto por Europa". El tono fue pacífico y deliberativo, enfocado en la unidad y la responsabilidad democrática. Surgió como respuesta a la presión de actores externos (como Rusia o la administración Trump) y al auge de discursos nacionalistas tras el veto a Georgescu.

Contexto inmediato: Coincidió con el cierre del plazo de registro de candidaturas (medianoche del 15 de marzo). El BEC había aprobado a cuatro candidatos (incluidos George Simion de AUR), Nicușor Dan y Victor Ponta y rechazado a otros, como Diana Șoșoacă, mientras la exclusión de Georgescu (9 de marzo) había desencadenado protestas violentas días antes. Ilie Bolojan era presidente interino tras la renuncia de Iohannis el 12 de febrero.

Comparación analítica

Causas y objetivos:

10 de enero: Respuesta directa a la anulación de las elecciones, con un enfoque en restaurar el proceso original y respaldar a Georgescu. Reflejó frustración por la pérdida del "derecho al voto".

15 de marzo: Reacción a la crisis más amplia, buscando contrarrestar el nacionalismo y reafirmar la identidad europea de Rumanía tras la exclusión de Georgescu y la polarización subsiguiente.

Participantes y organización:

10 de enero: Liderada por AUR y simpatizantes de Georgescu, con una base claramente nacionalista y anti-establishment. Más homogénea en su mensaje.

15 de marzo: Convocada por grupos cívicos diversos, sin afiliación partidista explícita. Atrajo a un espectro más amplio, incluidas voces pro-UE y moderadas.

Escala y tono:

10 de enero: Mayor en número (según estimaciones de organizadores) y con un tono más confrontacional, aunque pacífico en general.

15 de marzo: Posiblemente menor en asistencia, pero con un enfoque constructivo y simbólico, evitando la agresividad.

Contexto político:

10 de enero: Marcó el inicio de una ola de protestas tras la anulación, con la situación aún en desarrollo y sin claridad sobre la participación de Georgescu en la repetición electoral.

15 de marzo: Ocurrió tras la exclusión definitiva de Georgescu, en un momento de máxima tensión por el registro de candidaturas y con el gobierno bajo escrutinio internacional (UE, OTAN, y críticas de figuras como J.D. Vance).

Impacto percibido:

10 de enero: Amplificó la narrativa de Georgescu como "mártir" y fortaleció a AUR, pero no alteró las fechas electorales ni la postura oficial.

15 de marzo: Reforzó el apoyo público a la UE en un momento crítico, aunque su influencia en el proceso electoral sigue incierta.

Conclusión

Las protestas del 10 de enero y del 15 de marzo reflejan dos caras de la crisis Rumana: una nacionalista y reactiva, enfocada en revertir decisiones percibidas como injustas, y otra europeísta y proactiva, centrada en consolidar valores democráticos ante la incertidumbre. Mientras la primera fue un grito de indignación inicial, la segunda buscó ser una afirmación de identidad en un contexto más definido tras la exclusión de Georgescu. Ambas muestran la profunda división en la sociedad rumana entre el soberanismo y el europeísmo, sin que ninguna haya cambiado aún el rumbo político de manera decisiva al 21 de marzo de 2025.

 

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